Wednesday, September 09, 2009

Egipto (Septima Parte)

Alejandría es a falta de una mejor definición una ciudad afrancesada, alguien dijo alguna vez que era como Cannes con acné. Yo no puedo ser tan drástico pero puedo sin duda decir que seguramente vio en algún momento tiempos mejores. Una hermosa ciudad que vivió con intensidad toda la dinastía Ptolemaica (descendientes de Tolomeo, general de Alejandro Magno), el hotel se encuentra cerca de la estación de trenes y a estas alturas estoy en medio del ramadan, todos los fervientes musulmanes esperan después de un largo ayuno, las seis de la tarde para atorarse con cuanta comida puedan, ahí estoy tres días y no hay mucho que ver, templos no tan antiguos, tumbas romanas, la nueva biblioteca de Alejandría. Aprovecho para entrar a una tradicional librería y compro un libro sobre arquitectura Nubia que aún conservo y que sigo atesorando.



Hay pocos monumentos para ver, así que me dispongo para ir al pilar de Pompeyo, que no brinda mayor emoción aparte del hecho de perderme primero en una de las zonas más peligrosas de Alejandría, solo me salvo mi fisonomía muy parecida a la egipcia, la cual hizo que no me notara mucho como extranjero. en un solo día visito el anfiteatro, el pilar de pompeyo y las catacumbas de Kom El-Shokafa. desgraciadamente en estas ultimas no se permite tomar fotos pero es sin duda lo mejor de esta ciudad.
Las catacumbas de Kom El-Shokafa son el lugar de sepultura romano más extenso que se conoce en Egipto y están formadas por tres niveles: tumbas, cámaras y vestíbulos. Su construcción se inició en el siglo II d.C., y se fueron ampliando hasta llegar a acoger a más de trescientos cuerpos. Disponían de una sala de banquetes donde el afligido presentaba sus respetos con una comida funeraria. Los expertos esperan descubrir el Palacio de Cleopatra debajo del mar de Alejandría. Las columnas se encontraron en 1998 y recientemente algunos arquelogos han recuperado una hermosa estatua de las profundidades. Los cruzados destruyeron la biblioteca de Cleopatra.
El anfiteatro romano fue descubierto en 1964. Está formado por trece gradas de mármol blanco, conservadas en perfecto estado, que rodean el escenario. En la actualidad, se siguen realizando excavaciones, fundamentalmente en su parte norte.
























El pilar de Pompeyo es un gigantesco pilar de granito rosado de 25 m de altura y 9 m de circunferencia. Los cruzados cristianos, a su llegada a Egipto, se lo atribuyeron a Pompeyo, aunque en realidad fue erigido en el centro del gran Serapeum por Diocleciano, en el año 297 d.C. Cuando los cruzados llegaron, mil años más tarde, destruyeron el Serapeum y la biblioteca de Cleopatra, dejando en pie únicamente el pilar.















El 26 de junio de 1988 se colocó la primera piedra de lo que será la nueva Biblioteca de Alejandría, Con esto se inicia un proyecto por demás ambicioso y que, dado los esfuerzos de los muchos individuos y organizaciones involucrados, a la par que por el significado histórico que tiene, no puede sino interesar el conocer algo más del mismo.
Desde 1974, la Universidad de Alejandría ha realizado esfuerzos para que se adoptara el proyecto de revivir la antigua biblioteca. Estos esfuerzos fueron apoyados por los Ministerios de Educación Superior y Relaciones Exteriores de Egipto y finalmente por la Delegación permanente de Egipto ante la UNESCO., todo lo cual culmina en 1988 con el proyecto formal patrocinado por el gobierno Egipcio, la U.N.E.S.C.O. y el U.N.D.P. (Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas).



El diseño simboliza el sol egipcio iluminando al mundo y la civilización. Los equipos audiovisuales han sido donados por Japón, el laboratorio para la restauración de manuscritos por Italia y los equipos para el transporte de documentos por Alemania. La colección se enriquecerá con regalos de todas partes del mundo, a raíz de una petición lanzada en 1987 por el ex director general de la UNESCO, Mahtar M´Bow, quien dijo que la biblioteca transformaría la escena cultural del Medio Oriente y los países del Magreb. Así se hará realidad el sueño del historiador Mostafa el-Abbadi, educado en la Universidad de Cambridge, Reino Unido, quien se propuso en 1974 devolver a Alejandría y al mundo la Gran Biblioteca e insistió hasta obtener el apoyo del presidente de la Universidad de Alejandría, el Dr. Lufti Dowidar, del gobierno egipcio y, finalmente, de la UNESCO.















Epilogo
Egipto se debate aun en las luchas políticas que se generaron como la joven republica que aun es, durante este periodo solo ha tenido tres presidentes, Gamal Abdel Nasser, Anwar el-Sadat, y Hosni Mubarak, desde la construcción de la represa de Aswan ha sufrido cambios en sus estructuras sociales, alterando la actividad agrícola y dependiendo exclusivamente del algodón y el turismo, en años recientes se tomaron medidas para revitalizar el insostenible déficit que venían viviendo que se baso en revitalizar las actividades existentes y en privatizar varias empresas públicas. Egipto tiene una pequeña pero pudiente clase alta. Existe una clase media acomodada y una bastante amplia con un nivel social y económico menos desarrollado y con una tasa de desempleo del 14% de la población activa. Este desempleo es más alto entre los universitarios recién licenciados debido a que la oferta es mucho mayor que los empleos disponibles. La inflación anual en 1996/1997 se acercaba al 7%. Esto se refleja en una simple caminata en el downtown del Cairo que a pesar de ser zona de hoteles no es ajena al hostigamiento de las autoridades ni a la creciente mendicidad.

EGIPTO (SEXTA PARTE)







A estas alturas me encuentro en la estación de buses de Luxor esperando el transporte que nos llevará luego a la terminal principal, vuelvo a identificar las voces hispanas que reconocí en Abu Simbel y es la misma pareja de mexicanos que se dirigen al igual que yo a la población de Sharm El Sheik, famoso por hoteles de lujo y por buceo. Trato de viajar despierto para poder ver el canal de Suez pero el sueño me vence y antes de que me dé cuenta ya estoy en la estación de buses de Sharm el Sheik, uno de los mexicanos que a estas alturas del viaje ya es un experto en regatear consigue un buen precio para llegar a la población de Dahab que en la actualidad es un centro hippie también con una fuerte vocación para el buceo. Dahab está llena de sorpresas entre ellas que el agua potable es agua de mar por lo que el estereotipo del mochilero asqueroso y apestoso esta vez se cumple y luego de negociar con Jimmy (realmente dudo de que ese fuera su verdadero nombre, pero es mejor que Felipito el de mafalda que le pusieron mis, ahora compañeros de viaje) nos consigue transporte de ida y regreso hasta el monasterio de Santa Katherine.
La estancia en Dahab durante un día da para todo, comer decentemente a precio razonable e incluso conocer a carolina, una compatriota fotógrafa en un restaurante (la volveré a ver entrevistada, en un noticiero después de los atentados a un ferry en Dahab).




La hora de la salida al Sinaí son las once de la noche, nos espera un automóvil Peugeot más parecido al que usaba el detective Columbo, ahí nos aprisionamos seis personas, al ver que nadie toma el puesto de pasajero lo hago rápidamente yo por lo que me apodan por el resto del viaje como el Maharishi (pinche Gerardo ese es el mexicano, y la joven se llama Leyda), alguna vez han escuchado que en el desierto hace frio por la noche? Bueno es totalmente cierto y cuando vas en el asiento de adelante con ropa cómoda para subir el monte en el que Moisés recibió los diez mandamientos, recibes toda la brisa de la noche. Seamos claros, el recorrido comenzó a las 11 de la noche y llegamos aproximadamente a las 2:45 de la mañana, de ahí al pie de un monasterio ortodoxo caminamos en la más absoluta oscuridad un ascenso de 1570 metros de altura, asi que cuando les digo que estaba frío sé exactamente de lo que hablo. El ascenso comienza a las 2:45 de la mañana, durante el trayecto vemos turistas Israelís orando en hebreo antiguo mientras suben trotando y termina casi con nuestras tripas afuera a las 5:30 nos ofrecen unas mantas pero con la agitación ni frio se siente ya, al menos por unos 10 min, luego hay que alquilar la manta pues e frío como mencioné antes es pa’ machos. Ahí estamos cuando el amanecer se nos revela y nos damos cuenta que después de días de fiebre faraónica, dormir con incomodidad subir caminando un monte en medio de la madrugada son cosas menores, que no hay más bello espectáculo que el de la naturaleza y que Dios de su propia mano entrego en ese lugar sagrado el manual de funciones más antiguo en la historia de la Gestión Humana.



El Amanecer desde el Sinaí, todo valió la pena al final


Con las otras sardinas de la lata que nos trajo


Gerardo y Leyda en Primer Plano


Para que no digan que lo vi en otro Blog


El sol ha salido y luego de descansar la larga caminata y admirar el paisaje bajamos en muncho menos tiempo y caemos en la cuenta de que por rechazar a los guías nunca se nos indico la ruta correcta que se pudo haber hecho en menos tiempo, abajo al llegar nuestro transporte ya ha hecho arreglos para dejarnos en la carretera para tomar nuestro autobús al Cairo y el hacer otro transporte ante nuestra negativa nos lleva a Dahab nuevamente de mala gana casi tirando mi equipaje en el desierto amarrándolo mal adrede.
Ya en Dahab Jimmy nos consigue pasajes en bus para regresar al Cairo, desaparece misteriosamente sin saber por qué, y solo somos conscientes hasta que vemos los lugares al final del bus que nos consigue, es un viaje largo e incomodo hasta el Cairo y después de acomodarnos los tres en un buen hostal tratamos de descansar, sin mucho entusiasmo por regresar al Cairo compro al día siguiente los tiquetes del tren para ir a Alejandría el mismo día, me despido del improvisado grupo de viaje mucho antes de salir dado que desean ver una vez más el museo Egipcio antes de ir a Grecia y me embarco en un tren para recordar nuevamente el significado de viajar cómodamente, ahora me dirijo a Alejandría la ciudad que Alejandro Magno mando a construir y nunca vivió para ver.