William Faulkner nació en New Albany, Mississipi, el 25 de septiembre de 18,97. Su bisabuelo, el coronel William Faulkner, veterano de dos guerras, se batió a duelo, construyó el ferrocarril entre Oxford y Memphis y fue el autor de "The White Rose of Memphis" (La Rosa Blanca de Memphis), una de las novelas más populares de su tiempo. Elegido a la legislatura del Estado, fue asesinado por un enemigo político.
Siendo William Faulkner niño, su familia se trasladó a Oxford, lugar que corresponde al pueblo de Jefferson, descrito en la' mayor parte de sus novelas. William Faulkner ingresó a la Universidad del estado, pero la Primera Guerra Europea lo hizo interrumpir sus estudios para incorporarse en la Fuerza Aérea canadiense.
Fue herido en Francia y al firmarse el armisticio, tenía el grado de teniente.
Después de vagar por Europa durante algunos meses, regresó a su país y se radicó en Nueva Orleans, donde convivió con Sherwood Anderson en el Vieux Carré. Sus continuas riñas y reconciliaciones fueron famosas entre la colonia literaria del viejo barrio francés. En 1924, Faulkner publicó un volumen de poemas, "The Marble Faun" (El Fauno de Mármol), y dos años después, "Soldier's Pay" (La Soldada), en que relató el regreso de un aviador al que se suponía muerto en el frente y sus esfuerzos por ajustarse nuevamente a la vida civil.
En 1929, después de contraer matrimonio con Estella Odlham Franklin, regresó a Oxford. Presionado por su desesperada situación económica, realizó toda suerte de oficios. Fue carpintero, pintor y obrero de una planta eléctrica en la que trabajaba desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde. Desde la medianoche hasta el amanecer, escribía, utilizando un barril como escritorio.
En 1927 publicó "Mosquitoes", novela en que el crimen y el sexo se mezclan. A ella siguieron "Sartoris" y "The Sound and the Fury" (El Ruido y el Furor), cuyo título está tomado de los versos de Shakespeare que definen la vida como "a tale told by an idiot, fulí of sound and fury, signifying nothing" (un cuento narrado por un idiota, lleno de ruido y de furor, y que nada significa).
De este libro nace la reputación de Faulkner en los círculos literarios de los Estados Unidos. Su aparición desconcertó a los críticos. Algunos vieron en él a un nuevo Dostoievski. Otros lo atacaron con violencia denunciándolo como escritor decadente y morboso.
"The Sound and the Fury" es la historia de la desintegración de una familia sureña presentada, en parte, a través de la inconexa narración de Benjy, un idiota congénito, incapaz de distinguir entre el pasado y el presente, que se confunden en su cerebro y que él evoca a través de sensaciones visuales u olfativas. "Esta novela no debió ser en sus comienzos más que un cuento largo", le explicó Faulkner a Mauríce Edgar Coindreau, quien la tradujo al francés con el título de "Le Bruit et la Fureur" (1937). "Pensé que sería interesante imaginar los pensamientos de un grupo dé niños, el día del entierro de su abuela, cuya muerte les ha sido ocultada; su curiosidad ante la agitación de la casa, sus esfuerzos por penetrar el misterio, las suposiciones que les acuden al espíritu. Después, concebí la idea de un ser que fuera más que un niño, de un ser que, para resolver el problema, no tuviera siquiera a su servicio un cerebro normalmente constituido, es decir, un idiota. Así nació Benjy. Finalmente, me ocurrió lo que a muchos novelistas: me sentí atraído por uno de mis personajes, Caddy. Tanto afecto le tomé, que no pude decidirme a no hacerla vivir sino en el espacio de un cuento. Ella merecía más. Y así se llevó a cabo mi novela, no diría a pesar mío, pero casi. Ella carecía de título hasta el día en que, de mi subconsciente, surgieron las palabras conocidas de "The Sound and the Fury". Y las adopté, sin reflexionar en que el resto de la cita Shakespereana se aplicaba perfectamente a mi sombría historia de locura y de odio".
La acción de "The Sound and the Fury" se desarrolla en torno a la familia Compson, caída en la miseria y en la depravación, e integrada por Jason Compson y su mujer Carolina; por su hija Candace, llamada habitualmente Caddy, muchacha sensual y voluntariosa que, para ocultar a la criatura que ha tenido de un amante, acompaña a su madre a una estación termal, donde encuentra un marido como padre de su hija; por los tres hijos de Compson: Quentin, Jason y Benjy, el idiota, y, finalmente, por Quentin, la hija de Caddy, quien, en el momento de iniciarse la novela, tiene diecisiete años y, como antaño su madre, se entrega libertinamente a los muchachos del pueblo, mientras su tío Jaon la persigue con su odio implacable. Este odio es el "leitmotiv" de toda la acción, que tiene lugar en tres jornadas, pero en fechas diferentes. La técnica es, en cierto modo, similar a la empleada por Huxley en "Con los esclavos en la Noria". La primera parte se desarrolla el 7 de abril de 1928; la segunda, diez años antes, el 2 de junio de 1910, y la tercera, el 8 de abril de 1928, dos días después de la primera.
"La composición de "The Sound and the Fury" es de orden esencialmente musical", dice Maurice Edgar Coindreau. "Como el compositor, Faulkner emplea el sistema de los temas. No es, como en la fuga, un tema único que evoluciona y se transforma; son temas múltiples que se desvanecen y reaparecen para volver a des '>parecer todavía hasta el momento de estallar en toda su plenitud. "The Sound and the Fury" es una novela de atmósfera que sugiere más de lo que dice, una especie de "Noche en el Monte Calvo" que atraviesa un soplo diabólico, donde giran las almas condenadas; atroz poema de odio en el que cada movimiento está nítidamente caracterizado... Los gritos que van desde el lamento hasta el rugido, desempeñan, en la orquesta de Faulkner, el papel de batería de ritmo obsesionante. Es el clima sonoro de la novela. Los negros son el telón de fondo: testimonios resignados de las extravagancias de los blancos".
A esta obra siguió "As I Lay Dying" (En tanto que agonizo), escrita en un estilo similar al de "The Sound and the Fury". Anse Bundreen, acompañado de sus hijos, lleva a sepultar a su esposa a la tumba familiar situada a unas cuarenta millas de distancia. El cadáver está encerrado en un ataúd rnal hecho y transportado en una carreta chirriante. Por espacio de nueve días, el fúnebre cortejo viaja en medio de una lluvia torrencial bajo la cual el cadáver empieza a descomponerse. Toda suerte de desastres les ocurren en el camino. Pierden sus mulas al pasar una corriente; uno de los hijos, Cash, se quiebra una pierna que se gangrena y lo hace prorrumpir en gritos de dolor que se mezclan al desvarío del otro hijo que se ha vuelto loco, y la muchacha es seducida. A través de estos macabros episodios, la única preocupación de Anse es la dentadura postiza que se comprará cuando llegue a la ciudad.
En 1931, Faulkner publicó "Sanctuary" (Santuario), novela que, según propia confesión, "fué deliberadamente escrita para ganar dinero" y de la que André Malraux, en el prólogo que hizo a la versión francesa, de esta que representa "la intrusión de la tragedia griega en la novela policial".
"Sanctuary" narra la macabra odisea de Temple Drake, una estudiante que busca asilo en un viejo caserón habitado por una pandilla de "gangsters", a raíz de un accidente automovilístico ocurrido por culpa de su novio que manejaba ebrio. Los "gangsters" empiezan a rondar en torno a la muchacha. Uno de ellos, Popeye, un matón degenerado e impotente, después de intentar violarla y de dar muerte a uno de sus compañeros, la conduce a una casa regentada por Miss Reba. Entretanto, han acusado a Goodwin, el jefe de la banda, del crimen y de la violación de la muchacha, que, pervertida por Popeye, declara en su contra en el proceso. Como resultado de éste, Goodwin es linchado por la multitud.
"Light in August" (Luz en Agosto, 1932) se desarrolla en Jefferson y comienza con la fuga de Lena Grove de su hogar para ir en busca del hombre cuyo hijo lleva en las entrañas. Recorre toda Alabama y Mississipi preguntando por Luchas Burch. En Jefferson le dicen que hay un hombre con dicho apellido en el molino. Pero no se trata de Lucas, sino de Byron Bunch, a quien Lena va a buscar creyendo que es su perdido amante y quien se enamora de ella y le brinda su protección. En tanto, Lucas está en la misma ciudad viviendo bajo el nombre de Brown, en compañía de Joe Christmas, otro granuja con el cual se ha dedicado al contrabando. Después de una evocaci6n de la infancia de Christmas, Faulkner vuelve a sumergirse en el torbellino de tragedia y horror característico de sus novelas: Christmas asesina a una mujer con la que ha vivido en una extraña intimidad, es capturado por la policia, escapa de la prisión y tiene una muerte horrible, al mismo tiempo que Lena da a luz a su hijo en la cabaña en que la ha instalado Byron.
A esta obra siguieron: "Pylon" (1935), en que Faulkner repite el ,tema de la aviación anteriormente tratado en "Sartoris"; "Absalom! Absalóm!", en que aborda el problema racial y cuyo personaje central es un blanco de Virginia que se casa en Taití con la descendiente de un francés que tiene sangre negra y a la que abandona por esta razón, regresa, a, Yoknapatawpha, el imaginario condado de gran parte de las obras de Faulkner y funda allí una dinastía de raza y de riqueza que se derrumba cuando aparece el hijo que tuvo de su primera esposa mulata y se enfrenta con él; "Go Down, Moses!" (Desciende Moisés, 1937), recopilación de historias sobre plantadores negros del Mississipi y sus descendientes en torno a un tema común: la tierra; "The Unvanquished" (Los Indómitos, 1938), que contiene siete historias de la guerra civil narradas por Bayard Sartoris; "The Hamlet" (El Villorrio); "Knight's Gambit" (Gambito de Caballo), colección de cuentos; "The Wild Palms" (Las Palmeras Salvajes, 1939); mezcla de melodrama y psicoanálisis, y "Intruders in the Dust" (Intrusos en el Polvo, 1948), en que aparecen los habituales asesinatos y suicidios de las novelas de Faulkner.
En "Las Palmeras Salvajes", más que un personaje, el héroe es el río Mississipi durante una de sus inundaciones que arrasan con poblaciones, seres humanos y animales. La novela contiene dos historias paralelas: la de un médico de Nueva Orleans que huye con una mujer casada a la que ocasiona involuntariamente la muerte al someterla a una operación abortiva, por lo que es sentenciado a' quince años de prisión, y la de un convicto que cumple' una condena por robo y es enviado a salvar en un bote a una mujer encinta que se ha aferrado a un árbol para no ser arrastrada por la corriente. Por horas y días, el hombre lucha contra la impetuosidad salvaje del Viejo Río. La criatura nace en un reducto indio, infectado de serpientes, donde los tres son rescatados por las autoridades, y el convicto regresa a su prisión.
El paisaje de las novelas de Faulkner es habitualmente el mismo: viejas mansiones arruinadas, caminos polvorientos, bungalows rodeados de magnolias y cabañas de negros entre campos de algodón. En todas se repite el mismo clima de fascinación morbosa, de misterio y de horror que ha hecho que se lo compare a menudo con Edgard Alían Poe. Pero mientras Poe es romántico, Faulkner es realista. Su exageración de lo grotesco lo convierte en un naturalista que permanece, no obstante, fundamentalmente ajeno al naturalismo. Sus personajes recuerdan a Dostoievsky. Ellos forman un mundo de seres anormales, idiotas, degenerados, alcohólicos e impotentes, y de doncellas obsedidas por complejos sexuales. Sus temas son los de Grand Guignol o novela policial, pero tratados con una técnica complicada en que el autor recurre continuamente a largos períodos retrospectivos y a sucesos que interrumpen la acción del presente, a través de los cuales siguen los procesos mentales de sus personajes a la manera de la "stream of consciousness"' empleada por James Joyce y Virginia Woolf.
"El mundo de Faulkner", dice André Malraux, "es un mundo en que el hombre no existe sino aplastado. No hay "hombre" de Faulkner, ni valores, ni siquiera psicología, a pesar de los monólogos interiores de sus primeros libros. Pero hay un Destino alzado, único, detrás de todos estos seres diferentes y similares, como la muerte detrás de 'una sala' de incurables... Una fuerza sorda, a veces épica, se desata en él desde que logra confrontar a uno de sus personajes y lo irreparable. Y quizás lo irreparable es su único tema verdadero, tal vez no se trata jamás para él sino de llegar a aplastar al hombre. No me extrañaría en absoluto que él pensara a menudo sus escenas antes de imaginar a sus personajes, que la obra fuera para él, no una historia cuyo desenvolvimiento determina situaciones trágicas, sino más bien, a la inversa, que' ella naciera del drama, de la oposición o del aplastamiento de personajes desconocidos y que la imaginación no sirviera sino para llevar lógicamente a los personajes a una situación concebida de antemano... No se trata de esa lucha contra sus propios valores, de esa pasión de fatalidad por la que casi todos los grandes artistas desde Baudelaire a Nietzche, se miciego que canta a la luz, expresan el elemento esencial de ellos mismos; se trata de un estado psicológico sobre el que reposa casi todo el arte trágico, y que no ha sido estudiado jamás, porque no recurre a la estética: la fascinación".
En cuanto a su estilo, se manifiesta en él la tradición ornamental de la retórica sureña, que lo hace aparecer a veces como excesivamente ditirámbico y lo conduce a frecuentes exageraciones. Aunque poco real, su mundo, ese mundo de "bullente y anónima masa miasmática" y de "arena movediza de pesadillas", tiene una consistencia que lo convierte en un sustituto de la realidad.
Por lo que respecta al autor mismo, ha sido descrito por el profesor William Thorp y otros en "American Issues" (Ed. J. P. Lippincott) como un individuo "bajo, taciturno y sardónico que se ha mantenido alejado de los negocios y de la política, pero ha heredado las propensiones literarias de sus antepasados". Con el dinero ganado por los derechos cinematográficos de las adaptaciones de sus obras, adquirió una antigua mansión en Oxford. Reticente delante de extraños, es, entre amigos, un conversador elocuente. Temas predilectos: Sherwood Anderson, su bisabuelo el Coronel Faulkner, don Quijote, la aviación y el cambiante Sur que constituye el tema central de toda su obra.