Amy Martínez Moré 1996 - 2007
Hace tres días que partiste de este mundo, por mano de los que te amamos tanto para no seguirte viendo sufrir, nos enseñaste que los perros grandes no siempre muerden, que pueden defender a los niños de ser necesario y que a veces pueden dormir en nuestra propia cama. Viviste tiempo extra y nunca perdiste el buen apetito con el que llegaste a nuestras vidas, ya no estas entre nosotros y después de trece años de vivir contigo va a ser difícil acostumbrarse a no verte echada en pose impúdica tomando el sol en el callejón de la casa que vigilaras desde el mas allá.